Cada uno de nosotros somos parte del
cuerpo de Cristo, lo dice en 1 Corintios 12:27
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo,
y miembros cada uno en particular.
Cada uno de nosotros tenemos funciones las cuales son necesarias, ninguno es más que otro y ninguna función es insignificante, al contrario
todas cumplen con un propósito.
Para ilustrar que no hay funciones insignificantes, vamos a la siguiente fabula:
Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa mas bella del jardín.
Sin embargo, se daba cuenta de
que la gente la veía de lejos.
Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había
un sapo grande y oscuro, y que era por eso que
nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que
se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo:
Está bien, si así lo quieres.
Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos.
Le dijo entonces:
Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó?
La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día,
y nunca pude volver a ser igual.
El sapo solo contestó: Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y
por eso siempre eras la más bella del jardín.
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o
simplemente que no nos “sirven” para nada.
Todos tenemos algo que aprender de los demás
o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie.
Vamos a la palabra, en esta encontramos que
compara nuestras funciones espirituales
con las del cuerpo natural en:
1 Corintios 12:14-18
Además, el cuerpo no es un solo miembro,
sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo,¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros
cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
Cada uno de nosotros desempeñamos
funciones en el cuerpo de Cristo y esta fue dada
por Dios como lo dice en 1 Corintios 3:5
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
En el cuerpo de Cristo no hay personas más importantes que otras, sino que tenemos diferentes funciones y todas son necesarias.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que
él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones
que le hayamos hecho