Vamos a leer el versículo:
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Este versículo encontramos una promesa maravillosa, no estamos solos en nuestras tentaciones.
Dios, en su fidelidad, no permite que enfrentemos algo que sea más grande de lo que podamos resistir. Además, Él promete siempre una salida.
En el inicio de este versículo, la palabra dice
“no os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana”
Es decir, las tentaciones que enfrentamos no son algo único o extraño. No hay “tentación nueva” bajo el sol; otros antes que nosotros, pasaron por pruebas iguales. Las tentaciones que enfrentamos son parte de la experiencia humana.
Pablo continúa diciendo: “pero fiel es Dios”.
Aunque las tentaciones sean muchas y desafiantes, Dios permanece fiel. Su fidelidad es inquebrantable, y Él no permite que nos enfrentemos a algo que no podamos soportar.
En medio de las tentaciones, cuando todo parece oscuro y las fuerzas nos fallan, podemos confiar en la fidelidad de Dios.
Él siempre está en nosotros, y su palabra nos dice que no nos dejará ser tentados más allá de lo que podamos resistir, sabemos que Dios no miente y su palabra se cumple
La promesa final en este versículo es:
“Dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
Dios no solo promete que no seremos tentados más allá de lo que podemos soportar, sino que Él siempre proveerá una forma de escape.
Esto no significa que las tentaciones desaparecerán, pero sí que habrá una manera de salir de ellas sin caer.
Siempre hay una salida.
No importa cuán grande sea la tentación o cuán difícil sea la prueba, Dios ha preparado un camino para resistirla.
Dios es fiel, y como sus hijos, nos ha dado la capacidad de resistir, no por nuestra propia fuerza, sino con su ayuda
Así que, cuando enfrentemos una tentación, no pierdas la esperanza. Dios está contigo, y Él te dará lo que necesitas para soportarla.
¡La victoria es nuestra en Cristo!
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.