VERSICULOS SOBRE LA CONVIVENCIA EN EL HOGAR

Oramos para ser hacedores de la palabra de Dios, es decir poner por obra los siguientes versículos, con la ayuda de Dios:

1.Efesios 4:29

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Dios nos llama a edificar, no a destruir.

 Las palabras que usamos deben ser herramientas para construir, no para derribar.

Un hogar donde se gritan groserías o se faltan el respeto mutuamente, está edificando paredes de separación.

En cambio, un hogar donde prevalece el respeto y la paciencia está construyendo puentes en la relación.

Antes de hablar, debemos hacer un alto para responder

 ¿Esta palabra va a edificar o a destruir?

¿Esta palabra va a sanar o a herir?

 Si las palabras que estás por decir, no contribuyen al bienestar de la otra persona, es mejor callar y esperar para hablar.

  1. Gálatas 5:22-23

Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

El autocontrol es esencial cuando hablamos de transformar un hogar de gritos y groserías en uno de respeto, amor y paz.

 No podemos esperar que todo cambie de un día para otro, pero con la ayuda de Dios, podemos cultivar la templanza, un fruto del Espíritu que nos da la capacidad de controlarnos, para hablar con calma y respeto.

La paciencia es la que nos permite escuchar, comprender y responder con respeto, amor y bondad, incluso cuando las emociones están a flor de piel.

 Si nuestra reacción ante los problemas del hogar es gritar o usar groserías y palabras hirientes, es momento de pedir ayudad al Señor, para ser hacedores de su palabra

3.. Efesios4:32

32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Cuando no perdonamos, el resentimiento crece y se convierta en amargura, que finalmente se expresa en groserías, palabras y actitudes hirientes.

Pero, como dice la palabra de Dios, debemos ser bondadosos y misericordiosos, perdonándonos unos a otros como Dios nos ha perdonado.

Si en el hogar hay resentimientos, es el momento de buscar el perdón.

La reconciliación es el primer paso para restaurar la paz en la familia.

 ¿Hay algo que necesitamos perdonar?

¿O necesitamos pedir perdón?

La transformación de un hogar lleno de gritos y groserías a uno de respeto, amor y paciencia no es algo que ocurra de un día para otro, pero con la ayuda de Dios veremos el milagro.

Hay esperanza, Dios no miente y su palabra se cumple, oramos para ser hacedores de la palabra.

Para finalizar vamos a

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

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