Primero vamos a la definición de alabar:
Alude a glorificar, enaltecer o realizar una celebración mediante palabras. Una alabanza,
por lo tanto, puede ser una frase, un canto o un discurso con los cuales se enaltece el poder de Dios, su grandeza y reconocemos sus milagros.
El libro de la biblia que por excelencia encontramos alabanzas a Dios es el libro de los Salmos,
escrito por el rey David.
Por ejemplo vamos al Salmos 9:1
Te alabaré, oh Jehová,
con todo mi corazón;
Contaré todas tus maravillas.
El salmista inicia diciendo que contará por medio de canciones las maravillas de Dios.
Al leer el salmo 9 el rey David
alaba a Dios de esta manera:
Mis enemigos volvieron atrás;
Cayeron y perecieron delante de ti.
David exalta la Soberanía y el Poder de Dios
en los versículos 7 y 8:
Pero el Señor permanecerá para siempre;
Ha dispuesto su trono para juicio.
Él juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.
El rey David exclama que el refugio seguro es el Dios Vivo en los versículos 9 y 10
Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.
En ti confiarán los que conocen tu nombre,
Por cuanto tú, oh Jehová,
no desamparaste a los que te buscaron.
En el Salmos 150:2 el rey David nos anima
para que alabemos a Dios y da algunas
razones del porqué hacerlo:
Alabadle por sus proezas;
Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
La alabanza no necesariamente deben ser canciones, en el tiempo diario con Dios debemos incluir en nuestras oraciones palabras que lo exalten,
expresarle nuestro amor y gratitud,
reconociendo su Poder y Soberanía.
El libro de los salmos donde se encuentra el mayor número de alabanzas a Dios termina de la siguiente manera Salmos 150:6
Todo lo que respira alabe al Señor
Aleluya.
¡¡ La invitación es que alabemos a Dios Vivo !!!
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho