Ayer vimos tres promesas que son:
1. Riqueza, honra y Vida
2. Bienaventurados
3. Vivir lleno de reposo, disfrutando de vida
y vida en abundancia.
Hoy vamos a compartir otra promesa, la encontramos en Salmos 145:19
Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
La pregunta después de leer el versículo es
¿Qué deseos tengo?
Conocemos que para Dios no hay nada difícil, ni imposible, es decir, que no debemos colocar obstáculos o razones porque no se pueden cumplir.
El justo vivirá por fe.
Es decir, que al ser temeroso de Dios, amarlo, respetarlo y obedecer su palabra por fe disfrutaremos de esta promesa.
El rey David lo expresa en otro salmo de esta forma:
Salmos 37:4
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Deleitarnos, es decir, que no es una carga, ni una obligación la relación con Dios, todo lo contrario, disfrutamos, es agradable y deseamos de todo corazón ser hacedores de su palabra.
Familia Dios no miente, desempolvemos
los deseos y peticiones, porque el milagro
va a suceder para su gloria.
Al regresar al versículo inicial de esta
meditación dice Salmos 145:19
Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
Dios no miente, escucha nuestro clamor como
dice en los versículos en que terminan las meditaciones este año.
1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho