Al reflexionar sobre cómo nos fue en el año, se puede caer en el error de buscar afuera el culpable o los culpables de la mala situación en cualquier
área de la vida, es decir, en el entorno.
Por ejemplo, al analizar la situación financiera se culpa al gobierno o a la situación social o a la familia.
Y así podemos continuar enumerando cada área, encontrando los culpables siempre afuera, en el entorno, para ilustrarlo vamos a la siguiente historia:
“Se estaba promoviendo la exportación de artículos colombianos de cuero a Estados Unidos, y un investigador de la firma Monitor decidió entrevistar a los representantes de 2.000 almacenes en Colombia.
La conclusión de la encuesta fue determinante:
los precios de tales productos son altos,
y la calidad muy baja.
El investigador se dirigió entonces a los fabricantes para preguntarles sobre esta conclusión.
Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra;
las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de protección de 15% para impedir
la entrada de cueros argentinos.
A continuación, le preguntó a los propietarios de las curtiembres, y ellos contestaron: no es culpa nuestra; el problema radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad. Como la venta de carne les reporta mayores ganancias con menor esfuerzo, los cueros les importan muy poco.
Entonces el investigador, armado de toda su paciencia, se fue a un matadero.
Allí le dijeron: no es culpa nuestra; el problema es que los ganaderos gastan muy poco en venenos contra las garrapatas y además marcan por todas partes a las reses para evitar que se las roben, prácticas que destruyen los cueros.
Finalmente, el investigador decidió visitar a los ganaderos. Ellos también dijeron: no es culpa nuestra; esas estúpidas vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las picaduras.
La conclusión del consultor extranjero fue muy simple:
los productores colombianos de carteras de cuero no pueden competir en el mercado de Estados Unidos ¡porque sus vacas son estúpidas!”
Igual puede suceder ahora, evadimos nuestra responsabilidad.
La palabra de Dios lleva a la persona a madurar,
y comprender que las situación que está presente en el momento ,sea excelente ,buena, regular o mala, es producto de las decisiones que se tomaron .
Y las decisiones están afectadas por las obras de la carne o el fruto del Espíritu,
como dice en Romanos 8:6
Porque el ocuparse de la carne es muerte,
pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Toda decisión tomada desde la carne generara muerte, por ejemplo, la vanidad, avaricia, odio, idolatría, codicia, hechicería etc., en los siguientes versículos muestra el proceso en la mente:
Santiago 1:14-15
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado,
siendo consumado, da a luz la muerte.
No debemos buscar afuera los culpables de la situación o circunstancias en la que terminamos el año, todo lo contrario, la palabra de Dios muestra que la personas es la responsable
Oramos para ser guiados cada día por la palabra de Dios que se cumple y permanece para siempre.
Hay Esperanza, Dios nos llamó para disfrutar de su reino aquí en la tierra con su ayuda vamos a vivir por fe, el milagro sucede.
No se va evadir la responsabilidad delegada por Dios, sino que vamos a avanzar por fe, repetimos con la ayuda de Dios.
Para finalizar recordemos
lo que dice en 1 Juan 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho