Para iniciar leamos
Filipenses 2:13
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
la palabra en este versículo, nos revela sobre el poder de Dios obrando en nosotros, capacitándonos para cumplir Su propósito.
Esta verdad fundamental nos llama a una vida de dependencia en Dios, donde Su obra en nosotros nos impulsa a vivir de acuerdo con Su voluntad.
Vamos a dividir el versículo en tres partes:
- La obra de Dios en nosotros:
Oramos para entender que Dios es el artífice de la transformación en nuestras vidas.
No se trata simplemente de nuestras propias fuerzas o habilidades, sino del poder sobrenatural de Dios obrando en nosotros.
Este versículo nos recuerda que Dios está activamente involucrado en nuestra vida diaria, moldeando nuestros deseos y capacidades para que estén acordes con Su voluntad.
- El querer y el hacer:
Notamos la conexión entre el querer y el hacer.
Dios no solo nos da la disposición de querer hacer Su voluntad, sino que también nos capacita para llevarla a cabo.
Esto implica una colaboración activa entre nuestra voluntad y la obra de Dios en nosotros.
No somos meros espectadores pasivos, sino participantes activos en el proceso de transformarnos a la imagen de Cristo.
- Por su buena voluntad:
La motivación detrás de la obra de Dios en nosotros es Su buena voluntad.
Dios nos ama profundamente y desea lo mejor para nosotros.
Su plan para nuestras vidas es perfecto y nos lleva a la plenitud y la realización.
Al reconocer esto, encontramos consuelo y confianza en que Su obra en nosotros siempre nos conducirá hacia un destino glorioso y lleno de propósito.
Filipenses 2:13 nos insta a vivir en constante rendición y dependencia en Dios.
Pedimos que Dios alumbre nuestro entendimiento, para comprender que es Él quien nos capacita para cumplir Su voluntad .Lo hace por Su buena voluntad y amor por nosotros.
Oramos para vivir conforme al propósito de Dios, Su obra en nosotros nos transforme y nos lleve a una vida de plenitud y bendición.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”