Oramos para no desechar la gracia , como dice en:
Gálatas 2:20-21
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Vivir en la gracia significa vivir una vida crucificada con Cristo, donde ya no somos nosotros quienes vivimos, sino Cristo en nosotros.
No debemos desechar la gracia de Dios tratando de justificarnos por la ley.
La muerte de Cristo sería en vano si pudiéramos salvarnos a nosotros mismos mediante nuestras obras.
Aunque no somos salvos por obras, somos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras. Estas obras son el resultado natural de una vida transformada por la gracia de Dios, como dice en:
Efesios 2:10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Ser salvos por gracia es un regalo otorgado por su amor y misericordia que nos fue dado desde antes de la fundación del mundo.
somos llamados a vivir vidas que reflejen su amor.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13: 13:
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor