en Juan 1:29 dice
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo
Para dar respuesta es necesario primero ir al Antiguo pacto.
Este sacrificio está claramente establecido en la Ley de Moisés, donde se sacrificaba el cordero cada año en el templo, como una ofrenda a Dios por el perdón de los pecados, esto lo dice en Levítico 4:32-35.
Este sacrificio era un símbolo del sacrificio perfecto y final que vendría a través de Jesús.
Juan el Bautista, al ver a Jesús, lo identifica como el “Cordero de Dios”, señalando que Jesús es el cumplimiento de las profecías de la venida de Cristo.
Él es el sacrificio definitivo y perfecto, cuya muerte expiaría los pecados de la humanidad de una vez por todas.
Jesús, siendo sin pecado, es el único que podía cumplir el rol del cordero perfecto.
En Hebreos 10:4-10 dice que los sacrificios antiguos eran insuficientes para quitar los pecados de manera definitiva, pero Jesús, con su sacrificio, lo hizo una vez y para siempre.
Esto muestra la perfección y suficiencia de su sacrificio.
El término “quita el pecado del mundo” implica que Jesús los elimino completamente.
oramos poder ver claramente la redención, ya que significa que, en Cristo, nuestros pecados son completamente perdonados, lo anterior lo encontramos en 2 Corintios 5:18-19
Al ser el Cordero de Dios, Jesús nos libera del poder del pecado y de la muerte.
Romanos 6:22-23 dice que, a través de Jesús, hemos sido liberados del pecado y ahora tenemos la vida eterna.
Al entender que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, somos llamados a compartir esta buena nueva con otros.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor