LA PROFECÍA DEL ARREBATAMIENTO

Este evento futuro es una fuente de esperanza, ya que promete la reunión con Cristo y librarnos de los tiempos de tribulación que seguirán.

La Profecía del Rapto la encontramos en:

1 tesalonicenses 4:16-17

Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

El apóstol Pablo describe que los creyentes que han muerto resucitarán primero, y luego los que estemos vivos (por fe) seremos arrebatados para encontrarnos con el Señor.

Esta profecía de ser “arrebatados” proporciona consuelo y esperanza.

Jesús comparte sobre esta profecía en:

Mateo 24:40-42

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado y el otro dejado.

Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada y la otra dejada.

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

El versículo finaliza diciendo no se sabe la hora, pero tampoco se sabe la fecha, como lo dice en:

Mateo 24:36

36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.

Es decir que para este eventito glorioso no se sabe en qué momento va a suceder, ´pero ya están todas las señales para que ocurra.

 

 

Pablo revela un “misterio” acerca del rapto:

 la transformación instantánea de los cuerpos. Esto lo dice en:

1 Corintios 15:51-52

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

Es decir, el cuerpo natural se transforma en cuerpo glorificado como le sucedió a Enoc y a Elías,

La profecía del rapto ofrece una esperanza viva, como dice en:

1 Tesalonicenses 4:

18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

 

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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

 

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