EL AMOR DE CRISTO

El amor de Cristo nos transforma y va más allá de nuestra comprensión humana.

El apóstol Pablo expresa su deseo de que los escogidos por Dios conozcan este amor en toda su plenitud, esto lo dice en:

 Efesios 3:19

 Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Vamos al siguiente versículo que nos muestra como es el amor de Dios, en:

Romanos 8:38-39Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

El amor de Cristo es vasto y profundo, no se puede medir ni limitar.

 Este versículo en Romanos nos asegura que nada en toda la creación puede separarnos del amor de Dios.

Esto significa que, sin importar nuestras circunstancias, Su amor es constante y eterno.

El Amor de Cristo es Transformador, vamos a:

2 Corintios 5:14-15

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

El amor de Cristo nos transforma desde adentro.

 Nos mueve a vivir no para nosotros mismos, sino para Él, quien murió y resucitó por nosotros.

Este amor nos motiva a cambiar nuestra manera de vivir, a dejar el egoísmo y a disfrutar del amor de Dios que nos genera plenitud de vida.

El Amor de Dios Llena Nuestra vida, Esto significa que no necesitamos buscar la satisfacción o la identidad en cosas temporales, porque estamos completos en Él.

 El amor de Cristo satisface nuestras necesidades más profundas y nos da un sentido de plenitud y propósito.

Como el amor es un fruto del Espíritu, es necesario el tiempo diario en la oración y la lectura de la palabra de Dios.

Debemos orar para ver claramente que el amor de Cristo es incondicional y eterno, esto nos permite vivir con gratitud y confianza, sabiendo que somos amados y aceptados por Dios sin importar nuestras circunstancias.

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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

 

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