Por ejemplo, encontramos la promesa que Dios nos transformará, como lo dice en:
2 Corintios 3:18
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
La transformación interior es una obra continua del Espíritu Santo en nuestras vidas. Él moldea nuestro carácter, nos da nuevos deseos y nos capacita para vivir de manera que le agrada.
Cada día por medio de la oración, debemos pedir dirección a Dios para nuestras decisiones, que nos guíe y nos transforme en cada área de nuestra vida, es decir en nuestra manera de pensar, hablar y actuar.
Otra Promesa del pacto de Gracia es el cuidado de Dios y que provee para nuestras necesidades, esto lo encontramos en
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Dios conoce nuestras necesidades, además es Poderoso y Fiel para proveer.
Confiar en la provisión de Dios nos permite vivir sin ansiedad sobre el futuro.
Oramos para que Dios alumbre nuestro entendimiento para no preocuparnos constantemente por nuestras necesidades materiales, sabiendo que Dios proveerá.
Esto se aplica a cómo manejamos nuestras finanzas, cómo planeamos nuestras vidas y cómo enfrentamos las incertidumbres.
La palabra de Dios nos libera para vivir generosamente y con confianza, sabiendo que Dios cuida de nosotros.
Por medio de la oración, expresamos nuestra dependencia de Dios, echando nuestras angustias en ÉL, porque tiene cuidado de nosotros.
Oramos para vivir por fe , Esto significa tomar decisiones acordes a la palabra y no por vista.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor