¿PARA QUÉ TE COMPARAS?
Antes de ir a la palabra, leamos esta historia:
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid; la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa y La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces saludables en medio de este jardín mustio y sombrío?
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado.
En aquel momento me dije:
“Daré las mejores fresas.”
Al leer esta historia, surge un interrogante
¿Te estas comparando?
Si la respuesta es sí, bendecido debes hacer un alto, porque ese no es el camino. Cuando caes en el error de compararte se manifiesta el engaño de la carne y no puedes disfrutar del reino de Dios.
Aparece la envidia, el resentimiento, el odio; también puede manifestarse el ego, la altivez, haciéndote creer que eres más que los demás, o, por el contrario, sentirnos menos que los demás.
Las historias están para nuestra enseñanza, los discípulos de Jesús se compararon entre sí, preguntándose quien era mejor.
Lucas 9:46
46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.
Al mismo tiempo, debes tener cuidado cuando otras personas te comparan, ese fue el caso del rey Saúl, ya que fue comparado con David.
El pueblo comparo a David con el rey Saúl y este se dejo llevar por lo que decían, vamos a la historia:
1 Samuel 18:6-9
Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.
8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
La comparación afectó al rey Saúl y dice en el versículo 9 que ya su aptitud hacia David no era la misma.
Ahora mira la creación:
1 Corintios 15:41
41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.
Dios creó el sol y la luna, cada una tiene propósitos diferentes.
También creo las estrellas, que a simple vista parecen que fueran iguales, pero dice que entre estrella y estrella tienen diferente gloria. fueran creadas con diferente propósito cada una.
Por lo anterior, no debes compararte con nadie, ni caer en el engaño cuando las personas te comparen.
Vamos a la palabra:
Gálatas 6:4
4 Cada uno debe evaluar sus propios actos y estar satisfecho de sus logros sin compararse con los demás.
Así que debes enfocarte en desarrollar tus talentos y dones, sin caer en las comparaciones, vamos a la siguiente parábola para profundizar en el tema:
Mateo 25:14-18
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Dios nos creo con diferentes talentos y capacidades. Por esto, debes enfocarte en desarrollarlos tuyos al 100% sin compararte.
Al no compararte y desarrollar tus talentos, disfrutaras del reino aquí en la tierra, de la plenitud que solo te puede dar Dios.
Oramos para que cada día desarrolles tu capacidad al 100%, eres único e irrepetible.
Dios nos creo con diferentes talentos y capacidades.
Para finalizar Recordemos:
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará