FORTALEZA PARA AVANZAR EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD

En medio de las dificultades, es importante recordar que Dios está en nosotros.

En la adversidad, no estamos solos. Dios es nuestra fortaleza y nuestro refugio como lo dice en:

Salmo 46:1-3

Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza.

El salmista nos muestra que, aunque las circunstancias sean difíciles, tenemos a Dios como refugio.

 Él es nuestra fortaleza, y es más grande que cualquier adversidad.

Cuando nos enfrentamos a los retos de la vida,

Debemos recordar lo que dice en:

 Isaías 41:10

 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Este versículo es una promesa de que Dios no nos dejará solos en medio de nuestras dificultades.

 Él nos fortalece y nos ayuda, sosteniéndonos con su mano derecha de justicia. Aunque la adversidad nos cause temor, podemos confiar en que Dios está en nosotros y no nos abandonará.

Avanzar en medio de la adversidad requiere valentía y fe.

En lugar de rendirnos ante las dificultades, debemos enfrentarlas con la confianza de que Dios tiene un propósito para nuestras vidas, incluso en medio de estas.

Vamos a

2 corintios 4:8-9

Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.

A pesar de los desafíos, no somos derrotados. Dios nos da la fortaleza para superar todo lo que enfrentamos.

Aunque podemos ser derribados, no seremos destruidos. Dios nos levanta para seguir adelante, como dice en

Filipenses 4:13

  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

No importa cuán grande sea la prueba, podemos salir victoriosos, porque Cristo nos da la fortaleza.

Nuestra fuerza no proviene de nosotros mismos, sino de Él. Al depender de su poder, podemos superar cualquier obstáculo.

Al avanzar en medio de las pruebas, podemos estar seguros de que Dios tiene una recompensa preparada para los que perseveran, como dice en

Gálatas 6:9 Y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cegaremos, si no desmayamos.

Este versículo nos recuerda que, aunque a veces las luchas nos hagan sentir agotados, no debemos rendirnos. Si seguimos adelante, cosecharemos lo que Dios ha prometido. Nuestra perseverancia tiene una recompensa, y esa recompensa es mucho mayor que cualquier dificultad que podamos enfrentar en el presente.

Para finalizar estamos siendo hacedores de:  

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *