Pedimos a Dios nos revele el evangelio de la gracia para avanzar a la unidad, como dice en:
1 corintios 1:10
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis toda una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
El versículo inicia
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
La unidad no es un deseo humano, sino que es el propósito de Jesucristo, por esto dice “hasta que lleguemos a la unidad de la fe”
somos parte del cuerpo de Cristo, debemos actuar como tal, buscando la unidad de la familia de la fe.
El versículo continúa diciendo:
“una misma mente” y “un mismo parecer”.
Esto significa que debemos estar unidos en el propósito de predicar el evangelio y vivir en obediencia a Su palabra.
Pablo también habla sobre la necesidad de evitar divisiones, Jesús también toco este tema y dijo:
Lucas 11:17
17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.
Las divisiones surgen cuando se nubla el entendimiento por los deseos engañosos y aparecen opiniones personales o los intereses particulares sobre la verdad y el propósito de Dios.
Como hermanos en el Señor, estamos llamados a vivir de acuerdo con los principios de unidad, paz y amor que Jesucristo nos ha enseñado. Nos encontramos en un mundo dividido, pero como iglesia, debemos ser un faro de unidad que refleje la naturaleza de nuestro Salvador.
Somos parte del cuerpo de Cristo, y como dice la palabra , cada miembro debe velar por el bienestar de los demás.
Oramos para que Dios nos afirme en su palabra y nos ayude a vivir en unidad, y a ser un testimonio vivo de Su amor
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.