La respuesta la encontramos en
Gálatas 1:11-12 dice
Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
El libro de Gálatas lo escribió Pablo, que antes se llamaba Saulo de tarso.
Pablo en este versículo aclara que el evangelio de la gracia de Dios no es un mensaje inventado por hombres, todo lo contrario, le fue revelado por Jesucristo.
El versículo dice: “El Evangelio no es según hombre” Es decir, no proviene de ninguna fuente humana, ni de sabiduría natural.
En otras palabras, el evangelio no es una filosofía, ni una ideología para ajustarse a intereses o deseos naturales.
Pablo no recibió el evangelio de la gracia de otro ser humano, sino que fue revelado a él por Jesucristo.
Jesucristo llamo a Saulo de tarso al ir hacia Damasco, esto lo encontramos en Hechos 9 del 1 al 30, Y en el versículo 22 de este capítulo, Saulo (luego se llama Pablo), lo vemos que está compartiendo a las personas lo siguiente:
22 pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.
A Saulo le fue revelado que Jesús era el Cristo y Cristo es Dios sobre todas las cosas.
Al continuar la lectura del libro de los Hechos, encontramos dos veces la historia de su conversión, en:
Hechos 22: 4 al 21 y en Hechos 26:12-18
La gracia No fue algo que Pablo aprendiera de libros, ni de filósofos, ni eran tradiciones; fue una revelación directa de Jesucristo , porque dice en 2 Timoteo 1:9 que la gracia nos fue dada desde antes de la fundación del mundo.
Pablo, quien antes era un perseguidor de los cristianos, experimentó una conversión radical y en 2 Corintios capítulo 12 del 1 en adelante, comparte que fue llevado al tercer cielo donde le fue revelado el evangelio de la gracia
Esta es la razón del porque los libros desde Romanos hasta hebreos, fueron escritos por Pablo.
La revelación del evangelio nos lleva a vivir conforme a la voluntad de Dios.
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.