¿SABIAS QUE EL CONOCIMIENTO DEL EVANGELIO DEBE IR ACOMPAÑADO CON EL AMOR?

Para responder a la pregunta vamos a

1 corintios 8:1-2.

…El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 

y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. 

El versículo 1 finaliza diciendo: si el conocimiento no está acompañado de amor, va a aparecer la altivez y orgullo.

En la iglesia de Corinto, había muchos debates sobre cuestiones como la comida sacrificada a los ídolos y qué era lo correcto o no.

 Algunos pensaban que podían juzgar a los demás, porque tenían conocimiento, Pero la palabra revela que el conocimiento sin amor no solo es inútil, sino que daña, por esto al inicio de 1 corintios 13 dice que, si no hay amor, de nada sirve el conocimiento.

En el versículo 2 dice:

 “Si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.”

En El conocimiento de Dios y la gracia siempre hay algo nuevo por ser revelado, a veces, al pasar los años de lectura de la palabra, podemos caer en el error de pensar que ya conocemos el evangelio y no necesitamos más.

El conocimiento del evangelio de la gracia no se mide por recitar versículos de memoria, saber de memoria las doctrinas o conocer las historias de la biblia, sino cómo ese conocimiento transforma la vida de la persona.

 El verdadero conocimiento de Dios nos lleva a vivir bajo la Gracia.

El conocimiento del evangelio No es para mostrar que “sabemos” más que los demás, sino para vivir de manera que glorifique a Dios y edifique a los demás.

La palabra de Dios nos revela que, para un verdadero crecimiento en el evangelio de la Gracia, es necesario que este el fruto del amor.

 El amor no se jacta, no busca lo suyo propio, sino que busca el bien de los demás. Cuando nuestra alma está llena de amor, el conocimiento se convierte en algo útil, edifica y da crecimiento al cuerpo de Cristo.

Al no estar el fruto del amor inundando el alma, el conocimiento por el engaño de la altivez juzga, condena y generara divisiones

Al final del día, la pregunta no es:

 “¿Cuánto sé? “sino

¿soy hacedor de la palabra?

Para finalizar vamos a

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

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