Bendecidos vamos a conocer que dice este versículo:
Nosotros, los que somos fuertes, debemos soportar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos.
Pablo comienza dirigiéndose a aquellos que son “fuertes” y él se incluye al utilizar el pronombre “nosotros”.
Los fuertes no es que sean superiores a los demás, sino que reconocen el obrar de Dios en sus vidas, que los ha fortalecido en la fe.
Estas personas tienen madurez espiritual, comprender y aplicar los principios del Evangelio de la gracia.
Los fuertes no se deben centrar en su propio bienestar, sino en cómo pueden usar esa fortaleza para servir y ayudar a los demás.
Los “débiles” aquí no necesariamente se refieren solo a aquellos que son débiles en la fe, sino a aquellos que están enfrentando diferentes aspectos en su vida por falta de entendimiento.
Los fuertes, deben ser comprensivos y pacientes, no juzgar, ni criticar, sino sostener y animar a los débiles, a seguir por fe la palabra de Dios.
El llamado a no agradarnos a nosotros mismos ,nos recuerda que la vida cristiana no es un camino de egoísmo.
La tendencia natural es buscar nuestro propio confort y satisfacción, pero el Evangelio nos llama a correr su palabra con amor y paciencia
Los que están fuerte en la fe deben ser paciente y bondadoso con los que están en procesos de fortalecimiento.
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.