Vamos al versículo de
Deuteronomio 7:9
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, el Dios fiel…
Aunque nosotros podamos fallar, Él siempre permanece Fiel, esto nos da seguridad, confianza en el diada.
Nosotros podemos confiar en que Dios nos acompañará, nos protegerá y nos ayudará, tal como lo prometió.
La fidelidad de Dios nos llama a la comunión con Él. En nuestros retos diarios, podemos confiar en que Dios está en nosotros y que nunca nos dejará, incluso en los momentos difíciles, como dice en:
Lamentaciones 3:22-23
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Cada día es una nueva oportunidad para experimentar la fidelidad de Dios.
Aunque enfrentemos dificultades o desafíos, Su misericordia y fidelidad son constantes, renovándose cada mañana. Esto nos da esperanza y nos anima a seguir adelante, sabiendo que no estamos solos.
Ahora vamos a
Hebreos 10:23
“Mantengámonos firmes sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
A pesar de las circunstancias que podamos enfrentar, podemos aferrarnos a la esperanza que tenemos en Él, sabiendo que Él cumplirá todo lo que ha prometido.
Cuando pasamos por momentos de incertidumbre o sufrimiento, recordar la fidelidad de Dios nos ayuda a mantener la calma y la esperanza.
Dios no nos abandona, y Su palabra es segura.
Descansamos en su fidelidad
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.