¿QUÉ LOGRO LA SANGRE EN EL SACRIFICIO DE JESUS? (II PARTE)

Cuerpo de Cristo Vamos a continuar dando respuesta con otro versículo que nos muestra que hizo la sangre en el sacrificio, vamos a:

1 Pedro 1:18-19
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.

Bendecidos la palabra en estos dos versículos nos dice que nuestra redención no se compró con cosas materiales, por valiosas que parezcan, sino con lo más precioso:

“la sangre de Cristo”

Esta sangre no solo fue derramada en la cruz como un acto de sufrimiento físico, sino como un acto de gracia redentora, poderosa y eterna.

 En el versículo 18 dice que con la sangre Nos redimió de una vida vana

Pedro dice que fuimos “rescatados de vuestra vana manera de vivir”.

 La palabra “vana” significa vacía, sin propósito, sin dirección divina.

¿Qué era esa vida vana?

Era una vida basada en tradiciones humanas, en esfuerzos religiosos, doctrinas de hombre y filosofías, pero sin el poder de la palabra de Dios.

Era una vida en esclavitud, tratando de ganarse el favor de Dios o de los hombres.

¿Qué hizo la sangre?

La sangre nos rescató, nos compró de vuelta. Cristo pagó el precio para librarnos.

Ese precio no fue oro ni plata, sino su propia sangre. Y ahora pertenecemos a la familia de   Dios.

El versículo 19 dice que fuimos rescatados con “la sangre preciosa de Cristo”, y eso es clave. No fue cualquier sangre:

  • Fue la sangre de un Cordero sin mancha ni contaminación, (Cristo, que es Dios sobre todas las cosas tomo cuerpo)
  • Un sacrificio perfecto y santo,
  • Planeado desde antes de la fundación del mundo como lo dice en

1 Pedro 1:20

20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,

Este sacrificio no fue una reacción de Dios al pecado humano. Fue su plan eterno, lleno de gracia..

Para finalizar Debemos animarnos unos a otros, para ser hacedores de lo que dice en:

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *