TITO 2: 12-14
12 Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hacemos.
13 Así debemos vivir, mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando se manifestará nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.
14 Se dio a sí mismo por nosotros para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados. Al hacerlo, nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien.
Su amor fue derramado en nuestros corazones, lo que nos lleva a vivir en fidelidad a ÉL.
Dice en 2 Corintios 8:9
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
Debemos vivir fieles a Dios y obedecer su palabra porque es el único camino para vivir en plenitud sobre esta tierra.
Dios ya nos rescató, el venció, nos circuncido, nos bautizó, nos trasladó al reino de luz y hoy nos llama para disfrutar de su reino.
Estamos en el tiempo del fin, las profecías están cumplidas y debemos alentarnos los unos a los otros porque el mundo se está reparando para el rapto. Nosotros vivimos para Dios, Es nuestro motivo de vida.
Así que basta el tiempo pasado para haber vivido conforme a los deseos de la carne: envidia, odio, amargura, venganza, temor, duda, pleitos, etc.
El primer lugar donde debe manifestarse la vida del Espíritu, es en nuestros hogares, guiados por el amor de Dios manifestando paciencia, respeto, amor, paz, etc.
Para finalizar Recordemos
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará.