Eclesiastés 2:26
26 Porque al hombre que le agrada,
Dios le da sabiduría, ciencia y gozo;
mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios.
Agradar significa gustar, deleitar, complacer; pero entonces, ¿A quién le queremos agradar?
A veces podemos caer en el error de querer agradar a nuestros amigos, y para sentirnos socialmente aceptados realizamos acciones opuestas
a la palabra de Dios.
La biblia identifica claramente al profeta Job como un hombre que agradaba a Dios, vamos a:
Job 1:8
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
José también agradaba a Dios, vamos a:
Génesis 39:7-10
7 Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.
8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal,
y pecaría contra Dios?
10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,
Job y José tenían en común que agradaban a Dios, y lo demostraban por medio de su comportamiento.
La palabra nos exhorta para que vivamos agradando a Dios, vamos a:
1 Tesalonicenses 4:1
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
Oramos para que nuestras acciones y pensamientos siempre sean acordes a la palabra, agradando a Dios, ya que así podremos disfrutar de sus promesas, como, por ejemplo, el hecho de que Dios da sabiduría, ciencia y gozo.
Para finalizar recordemos lo que dice en:
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.