La constancia se define como un hecho o
característica que se repite con frecuencia y
de forma ininterrumpida y continuada.
Es importante ser constantes en los diferentes
aspectos de nuestra vida, como en el trabajo,
los negocios, el estudio y también debemos ser constantes en nuestra relación con Dios, de hecho,
la palabra nos exhorta a ser constantes en la oración.
Por ejemplo, el profeta Daniel era constante
en la oración, pero no solo cuando se le presentaba
una adversidad, por el contrario, sin importar la circunstancia era constante en la oración.
Daniel 6:10
Cuando Daniel supo que el edicto había sido
firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas
de su cámara que daban hacia Jerusalén,
se arrodillaba tres veces al día,
y oraba y daba gracias delante de su Dios,
como lo solía hacer antes.
La palabra también nos anima ser constante
en nuestro comportamiento, es decir,
siendo hacedores de la palabra, vamos a:
Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien;
porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos
Debemos ser constantes en hacer la palabra de Dios, vivimos por fe, porque en su tiempo disfrutaremos
de las promesas de Dios.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas