En algunos versículos se identifica a la
carne como el cuerpo y en otros como el lugar etéreo donde se encuentra la mente.
Vamos a Romanos 8:3
3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
La palabra en Colosenses 2:11 dice que fuimos circuncidados con la circuición de Cristo, es decir,
corto el cuerpo pecaminoso y lo condeno en la carne. Esta carne no es el cuerpo físico, ya que el cuerpo físico se refiere a los músculos, huesos y piel;
y ahí no se encuentran las obras de la carne,
deseos engañosos o el pecado.
La carne se refiere al lugar en la mente desde donde se manifiestan las obras de la carne, vamos a:
Gálatas 5:19-21
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Las obras de la carne son las que nublan,
entenebren el entendimiento y por
eso tomamos decisiones erradas.
La buena noticia, es que Dios nos
llamo a conocer la verdad.
Gálatas 5:24
24 Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos.
La relación personal nos permite disfrutar de libertad para reinar en vida por el poder de Dios.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.