Al vivir bajo el evangelio nuestras acciones
vienen con el sello de buena voluntad.
La Buena voluntad alude la intención con
que se realizan las acciones, que en este caso está orientada al bien. Puede esconder un deseo
o la determinación de hacer daño, o no ayudar,
a sí mismo y/o a terceros, y entonces
no se tratará de una buena voluntad, sino mala.
Vamos a la palabra en Efesios 6:6-7
6 no sirviendo al ojo, como los que
quieren agradar a los hombres,
sino como siervos de Cristo,
de corazón haciendo la voluntad de Dios;
7 sirviendo de buena voluntad,
como al Señor y no a los hombres,
La palabra de Dios alumbra nuestro entendimiento para modificar nuestro comportamiento.
EL versículo nos exhorta a vivir como “siervos de Cristo”, viviendo para El Señor.
La buena voluntad se expresa en acciones, con dedicación, con toda la capacidad, con intención de edificar y construir, nunca con la intención de dañar.
Las acciones de buena voluntad son una siembra correcta en todas las áreas de nuestra vida porque la palabra dice en Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien;
porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Regresando a Efesios 6 versículo 8 dice
sabiendo que el bien que cada uno hiciere,
ése recibirá del Señor,
y en Colosenses 3:24
24 sabiendo que del Señor recibiréis
la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís.
Nuestra cosecha está asegurada porque
vivimos para el Señor y su palabra dice
que de Él recibimos la recompensa.
Dios no miente su palabra se cumple.
Vivimos por fe, no por vista
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.