Siempre debemos tener en cuenta lo que dice
Hebreos 6:12
A fin de que no os hagáis perezosos,
sino imitadores de aquellos que por la fe y
la paciencia heredan las promesas.
Necesitamos de la fe, para estar firmes
en la palabra y ser hacedores, para tener
la certeza de que su palabra se cumple,
tener la confianza de que Dios no miente
y que su palabra nada la limita.
Y necesitamos de la paciencia, para los tiempos de espera, lograr esperar sin desesperarnos,
como el ejemplo que encontramos en Santiago 5:7
Mirad cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia
hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
El labrador espera con paciencia el tiempo de la cosecha.
En Gálatas 5:22 identifican a La fe y la paciencia
como un fruto del Espíritu, el cual se
manifiesta gracias a la relación personal con Dios.
Pero en 1 Corintios 12:8-9 se habla de la
fe como un don; dice
Porque a éste es dada por el Espíritu
palabra de sabiduría; a otro, palabra de
ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu.
Oramos para vivir con fe y paciencia siendo
hacedores de la palabra, de esta forma vamos a disfrutar de las promesas de Dios aquí en la tierra.
Para finalizar vamos a una promesa maravillosa:
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.