Si Jesús hubiera predicado la ley no habría
molestado al pueblo, ni a los fariseos,
vamos a una historia donde el Sumo sacerdote le pregunta a Jesús en Juan 18:19-22
19 Y el sumo sacerdote preguntó a
Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
20 Jesús le respondió: Yo públicamente
he hablado al mundo; siempre he enseñado
en la sinagoga y en el templo, donde se
reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
21 ¿Por qué me preguntas a mí?
Pregunta a los que han oído,
qué les haya yo hablado; he aquí,
ellos saben lo que yo he dicho.
diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
En Mateo 4:23 encontramos un
ejemplo de lo que predico Jesús.
23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino.
Jesús predico el evangelio del reino, es decir,
las doctrinas de la gracia, por ejemplo, cuando le llevaron a la mujer que fue sorprendida en adulterio la ley decía que había que apedrearla, el pueblo la condenaba. Pero en Juan 8:9-11
Vemos lo que Jesús dijo.
Y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie
sino a la mujer, le dijo: Mujer,
¿dónde están los que te acusaban?
¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo:
Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
La gracia no condena, perdona y trasforma el comportamiento de la persona por el poder de Dios.
Para finalizar vamos a una promesa maravillosa
Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.