Jesús hablo sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar, pero desde el antiguo pacto los hombres que Dios llamaba apartaban tiempo para la relación con el, por ejemplo:
El rey David en los salmos nos muestra como apartaba tiempo para su relación personal con Dios, vamos a Salmo 119:147
147 Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.
el Alba es el Período que transcurre desde que aparece en el horizonte la luz del sol hasta que sale el sol y se hace de día.
El rey David dice que antes que saliera el sol apartaba el tiempo para clamar y cantar al Dios Vivo.
Avanzado al Salmo 119:148
148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos.
Al finalizar el día apartaba tiempo para meditar en los mandatos del Dios vivo.
En la historia de Daniel dice que tenía el hábito de orar tres veces al día.
El tiempo con Dios es una necesidad para poder disfrutar del fruto del Espíritu que nos permite una vida de gozo y paz.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros