La palabra nos muestra cual es el camino a seguir,
es decir, las acciones que nos permiten disfrutar
del reino de Dios aquí en la tierra.
En la primera carta escrita por el Apóstol Pedro
nos advierte de dos acciones que debemos
dejar de hacer, esto es posible con el poder de Dios, vamos a 1 Pedro 3:10
10 Porque: El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;
El versículo habla de “ver días buenos”,
se refiere al futuro. Nos dice que debemos
tener en cuenta que hacemos hoy.
Las dos acciones que debemos dejar son
1.- Refrenar la lengua del mal
Refrenar significa contener y poner un límite.
2.-No hablar el engaño
Ambas acciones están orientadas en la manera de comunicarnos, el vocabulario usado
y el propósito o fin de como lo hacemos.
Para poder refrenar la lengua es necesario
el poder de Dios haciendo en nosotros,
porque es fácil caer en la ligereza de las
palabras sin pensar ni medir las consecuencias.
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para nuestra vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros