Una de las razones por las cuales abandonamos nuestra relación con Dios es porque no vemos la respuesta pronto, sentimos que todo sigue igual
y en ocasiones parece que todo está empeorando.
Es necesario perseverar en la relación
personal con Dios. Jesús toco este tema
en la siguiente parábola Lucas 18:1-8
También les refirió Jesús una parábola
sobre la necesidad de orar siempre,
y no desmayar, diciendo: Había en
una ciudad un juez, que ni temía a Dios,
ni respetaba a hombre.Había
también en aquella ciudad una viuda,
la cual venía a él, diciendo:
Hazme justicia de mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo;
pero después de esto dijo dentro de sí:
Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
sin embargo, porque esta viuda me es molesta,
le haré justicia, no sea que viniendo de continuo,
me agote la paciencia.
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos,
que claman a él día y noche?
¿Se tardará en responderles?
Os digo que pronto les hará justicia.
El mensaje es perseverar en nuestra
relación personal con Dios porque
pronto responderá, como dicen los versículos al finalizar cada meditación de este año en
1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho