EL REINO CRECE
Marcos 4:26-29
Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
El Reino de Dios está en cada uno de nosotros, es decir, la presencia del Dios vivo, la fuente de vida.
Así como la semilla sembrada germina e inicia el proceso día y noche y cada día avanza en su proceso hasta llegar a dar fruto.
Igual el reino esta en nuestro interior y cada día crece, Dios está haciendo en cada uno de nosotros, transformando nuestra manera de pensar:
1 tesalonicenses 2 :13
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
La palabra de Dios actúa en cada uno de nosotros.
En ocasiones no vemos el resultado inmediato a nuestras oraciones, es por esto que es necesaria la paciencia. Para tener fe en el hecho de que la palabra está haciendo y actuando. Ya que la palabra no regresa vacía.
Una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece!, él debe esperar.
Recordemos el bambú
“Hay algo muy curioso que sucede con el bambú:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30metros!
¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.”
En el día -día podemos caer en el error de querer los resultados inmediatos.
Dios está haciendo en cada uno de nosotros, su palabra actúa, cada día avanzamos a la meta del varón perfecto, reinar en vida.
El reino crece cada día en nuestro interior, sin embargo es igual que cuando sembramos la semilla, pasan los días, y no vemos nada. Tienen que pasar años para poder observar el crecimiento del bambú, sin embargo él siempre ha estado en crecimiento.
Dios siempre está actuando en cada uno de nosotros.
Solo milagros cada día.
Proverbios 28:25
Más el que confía en el Señor prosperará