1 Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe , la esperanza
Romanos 8:24-25
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Salmos 43:5
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Salmos 130:5
Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
2 Reyes 6:24-25
Ben-hadad, rey de Siria, reunió a todo su ejército
y rodeó a la ciudad de Samaria para atacarla.
Nadie podía entrar ni salir,
y los alimentos se acabaron.
Debido a eso, hubo mucha hambre en Samaria, tanta que la cabeza de un burro se vendía en ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma se vendía
en cinco monedas de plata.
2 Reyes 7:1-2
Pon atención al mensaje de Dios:
“Mañana a esta hora, a la entrada de la ciudad de Samaria, con una moneda de plata se podrán comprar tres kilos de harina o seis kilos de cebada”.
Y un príncipe sobre cuyo brazo
el rey se apoyaba le dijo:
—¡Esto no sucederá ni aunque Dios abra las ventanas de los cielos!
Romanos 15:13
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 5:5
Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.