La palabra identifica el amor como algo vital, esencial y necesario, por lo que no puede faltar este sello en nuestras acciones, esto lo podemos
ver en 1 Corintios 13:1-3 que dice
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas,
y no tengo amor, vengo a ser como metal
que resuena, o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos
los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe,
de tal manera que trasladase los montes,
y no tengo amor, nada soy.
3 Y si repartiese todos mis bienes para dar
de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor, de nada me sirve.
El versículo finaliza diciendo “de nada sirve”, es decir,
no es suficiente la acción por si misma, por eso la palabra dice en 1 Corintios 16:14
14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
Pedimos a Dios que todas nuestras acciones sean hechas con amor, ya que, de esta manera
independiente del resultado,
nos sentiremos bien “por el deber cumplido”.
El amor de Dios fue derramado en cada uno de nosotros y por medio de nuestra relación personal con Dios se manifiesta este fruto “el amor” que es sobrenatural porque lo genera Dios, no nosotros.
Al continuar 1 Corintios 13 nos dice sobre el amor:
1 Corintios 13:4-8
4 El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso,
no se envanece;
5 no hace nada indebido,
no busca lo suyo,
no se irrita,
no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre,
todo lo cree,
todo lo espera,
todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser;
Oramos a Dios que alumbre nuestro entendimiento con su palabra para renovar nuestra manera de pensar.
Para finalizar recordemos lo que dice en
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.