La respuesta a esta pregunta la encontramos en:
2 corintios 5:7
porque por fe andamos, no por vista
La palabra nos exhorta a no depender de lo que vemos con nuestros ojos físicos, sino a confiar en la verdad espiritual que se revela a través de la fe.
Vivir por vista, implica basar nuestra existencia en lo tangible, en lo que podemos percibir con nuestros sentidos y comprender con nuestra mente humana limitada.
Es confiar en nuestras propias capacidades, en nuestros recursos materiales y en las circunstancias externas para encontrar seguridad y significado en la vida.
Sin embargo, la Palabra de Dios nos llama a vivir por fe.
Vivir por fe significa confiar en Dios y en su Palabra incluso cuando las circunstancias parecen adversas, incluso cuando no podemos ver claramente el camino delante de nosotros.
Significa creer en la realidad espiritual por encima de la realidad física, sabiendo que Dios es soberano sobre todas las cosas y que sus promesas son fieles y verdaderas.
Abraham es un ejemplo vivo de alguien que vivió por fe, no por vista.
Entonces,
¿Cómo podemos aplicar esta verdad a nuestras propias vidas?
En primer lugar, debemos cultivar una relación íntima con Dios a través de la oración, la meditación en su Palabra, asistir a un estudio bíblico y la comunión con hermanos en la fe.
Cuanto más conocemos a Dios, más confiamos en él y en sus promesas.
En segundo lugar, debemos orar para que Dios nos de sabiduría y ayude a discernir entre la voz de Dios y las voces del mundo.
Esto requiere estar arraigados en la verdad de la palabra y estar sensibles a la dirección Jesucristo el Señor en nuestras vidas.
Finalmente, debemos vivir nuestras vidas con valentía, sabiendo que, aunque no podamos ver el camino por delante, Dios está con nosotros en cada paso del camino.
Confiemos en su providencia y en su amor inquebrantable, sabiendo que él tiene un plan perfecto para nuestras vidas.
Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de lo que significa vivir por fe, no por vista.
Que confiemos en Dios en todo momento y en todas las circunstancias, sabiendo que él es fiel para cumplir todas sus promesas
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”