Vamos a leer estos versículos
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,
2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
3 porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Los dos primeros versículos encontramos una de las instrucciones más claras de Pablo: predicar la palabra.
Esta es la misión central de toda persona que Dios llama, por esto dice:
“uno siembra la palabra, otro la riega, pero Dios da el crecimiento’’
La predicación no debe estar limitada a ciertos momentos o circunstancias, sino que debe ser constante y firme, incluso cuando no se vea la respuesta inmediata.
Pablo también exhorta a Timoteo a redargüir, reprender y exhortar.
Todo esto debe hacerse con paciencia y doctrina.
La paciencia es clave, porque las personas no siempre responden de inmediato al evangelio, y la doctrina es para asegurar que la corrección y exhortación estén basadas en la verdad del evangelio de la Gracia de Dios y no en opiniones personales.
Luego dice
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
Pablo advierte que habrá un tiempo en el que las personas no tolerarán la sana doctrina. La “sana doctrina” se refiere al evangelio de la gracia de Dios.
En su lugar, la gente buscará maestros que les enseñen lo que ellos quieren oír, lo que se adapta a sus deseos y pasiones personales.
Esta es una advertencia, contra la tentación de ajustar el evangelio, para complacer al público, lo que desafortunadamente es común en tiempos de apostasía y de falsos maestros, en los cuales estamos viviendo.
En el Versículo 4 dice que desechan la verdad, para volverse a las fábulas.
Las fábulas representan historias falsas, mitos o enseñanzas sin fundamento.
Estas personas dejaran el evangelio y prefieren las ideas que suenan atractivas o cómodas, pero que carecen de fundamento, que es uno solo: Jesucristo el Señor.
no debemos rendirnos ante las presiones o las circunstancias. La misión es clara: correr la palabra, porque la palabra es la que hace en los creyentes
surge una pregunta:
¿Cuento, comparto la palabra de Dios?
Para finalizar vamos a
Mateo 6:6
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está