Vamos a leerlo:
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia
Este versículo nos habla de
1.-“el temor de Jehová”
2.-y “el conocimiento del Santísimo”,
ambos como fundamentos para adquirir verdadera sabiduría e inteligencia.
El “temor de Jehová” no se refiere a un miedo aterrador, sino a un profundo respeto, amor y reverencia por Dios.
Es reconocer su poder, santidad y autoridad en nuestras vidas.
Vamos al siguiente ejemplo: Imagina que estás enfrentando un conflicto en el trabajo. Si sigues el “temor de Jehová”, en lugar de responder con ira o venganza, la persona actúa con calma y buscar una solución pacífica. Esto no solo demuestra sabiduría, sino que también trae paz a tu entorno y fortalece tus relaciones
El proverbio nos dice que “el temor de Jehová es el principio de la sabiduría”.
Esto significa que la sabiduría genuina no proviene solo del conocimiento académico o de la experiencia personal, sino de una relación personal con Dios.
Esta sabiduría incluye el discernimiento para entender lo que es correcto y justo, y nos ayuda a tomar decisiones acertadas en situaciones cotidianas.
La segunda parte del versículo habla de que el “conocimiento del Santísimo” es la verdadera inteligencia. En otras palabras, conocer a Dios, sus caminos y su carácter es el tipo más elevado de comprensión que uno puede alcanzar. Este conocimiento no es solo intelectual, sino relacional; implica una comunión constante con Dios a través de la oración, la lectura de la palabra y la obediencia a esta
A medida que conocemos más a Dios, aprendemos a vivir por fe.
Esto nos ayuda a enfrentar las dificultades con fe, a tener paciencia en los tiempos de prueba y a tratar a los demás con amor y compasión.
Esta “inteligencia espiritual” nos permite vivir una vida equilibrada, donde nuestras decisiones no están gobernadas por las emociones o los deseos del momento, sino por la sabiduría eterna que proviene de Dios.
Vamos al siguiente ejemplo: Si estás enfrentando una pérdida personal o una prueba difícil, en lugar de reaccionar con desesperación o rendirte al desánimo, tenemos en cuenta el conocimiento de Dios y sus promesas.
Sabes que Él es fiel y tiene un propósito para todo lo que sucede.
Deja abajo en los comentarios que temas deseas que tratemos en este espacio.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor”