Vamos a compartir otra historia que nos
muestra que Dios da más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos.
La encontramos en 2 Crónicas 20:1-3 ,4
Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos
de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat,
diciendo: Contra ti viene una gran multitud
del otro lado del mar, y de Siria;
y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de
Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
Josafat, se reunió con el pueblo para pedir
ayuda a Dios, que los librara de los pueblos
que venían contra ellos y esta fue la respuesta:
2 Crónicas 20:15-17
15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores
de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así:
No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra,
sino de Dios.16 Mañana descenderéis contra ellos;
he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis,
y los hallaréis junto al arroyo,
antes del desierto de Jeruel.
17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de
Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén,
no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
Al continuar la historia encontramos que Dios
hace que los enemigos entre ellos se maten
y cuando llega Josafat solo encuentra muertos,
ya que ninguno pudo escapar.
Dios respondió la oración los libró de los enemigos,
les dio más de lo que pedía, vamos a:
2 Crónicas 20:25-30
25 Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas,
así vestidos como alhajas preciosas,
que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín,
porque era mucho.
26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy.
27 Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la
cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado
gozo librándolos de sus enemigos.
28 Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová.
29 Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
30 Y el reino de Josafat tuvo paz,
porque su Dios le dio paz por todas partes.
Dios les dio además de la victoria; riquezas,
vestidos, alhajas preciosas y además les dio
paz el resto de tiempo que Josafat fue rey.
Dios no miente y su palabra se cumple,
así que no desmayemos en la oración diaria,
debemos perseverar y pedir con fe porque el milagro sucede y recuerda la promesa que está en
Efesios 3:20
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.