DE DIOS PROVIENE TODO

La historia del profeta Job nos da muchas enseñanzas, una de estas es la soberanía de
Dios sobre su creación.

Job ante la situación que están viviendo en todas las áreas de la vida  con su esposa, exclama lo siguiente: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. (Job 2:10)

Job exhorta  a su esposa  y le hace ver que de Dios proviene todo. En los primeros versículos del primer capítulo dice que Job era un hombre  justo, apartado del mal y en el versículo 10 del capítulo 1 dice que Dios lo había prosperado  y lo tenía cercado, es decir, todo esto era generado por Dios.

De igual forma cuando llega la adversidad al perder la familia, criados, bienes y la salud, el profeta reconoce que Dios lo ha permitido.

Teniendo en mente lo anterior,
vamos a
1 Corintios 4:7  dice
Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

Los triunfos, los logros y metas alcanzadas pueden  hacernos perder de vista realmente quien lo dio, y caemos  en el error de ser prepotentes y altivos, haciéndonos esclavos del ego (del yo). Y olvidamos completamente quien nos dio todas las cosas, es decir, nos olvidamos de Dios.

Teniendo en mente lo que hemos compartido, Respondamos la siguiente pregunta:

¿Qué tienes hoy que Dios no te haya dado?

Dios nos da todo, de Él proviene todo; por ejemplo hablemos de la  riqueza, vamos al siguiente versículo  Deteronomio8:18

Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es
el que te da poder para hacer riquezas, 

y Nos advierte de no caer en el error en Deuteronomio 8:17 
y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.

Dios es quien nos ha dado un día más de vida, Dios nos ha dado absolutamente todo, Dios conoce nuestras necesidades y las suple.

 Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho

 

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