DE PASO EN LA TIERRA

Vamos a la siguiente historia que nos ilustra el tema:

Se cuenta que el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo (Egipto) con la finalidad de visitar a un famoso sabio. 

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en
un cuartito muy simple y lleno de libros.

 Las únicas piezas de mobiliario eran una cama,
una mesa y un banco.

-¿Dónde están sus muebles? – preguntó el turista.

Y el sabio también preguntó:
-¿Y dónde están los suyos…?

-¿Los míos? – se sorprendió el turista –
¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

– Yo también… – concluyó el sabio, seguido tomo su biblia y le compartió lo que dice en:

Filipenses 3:20
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos,

El sabio le dijo que somos espíritus, creados desde antes de la fundación del mundo y venimos a la tierra de paso, no somos de aquí, somos celestiales,
como dice la palabra en
2 Pedro 3:13
Pero nosotros esperamos,
según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

Dios le permitió ver a David esta verdad
y lo expreso de la siguiente manera, en

 Salmo 119:19
Forastero soy yo en la tierra;…

El término forastero es un término que se usa para designar a aquellas personas que no pertenecen a una comunidad y poseen diferente estilo de vida, diferentes formas de comunicarse, de actuar, etc.

El salmista, el rey David, se identifica como un forastero, él sabía que era celestial,
que no era de esta tierra.

 Tenía claro que todo le pertenecía a Dios, el único creador, el solo administraba y esto se puede evidenciar claramente cuando recoge para construir el primer templo de Jerusalén:

1 Crónicas 29:14-15
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Porque nosotros, extranjeros y peregrinos somos delante de ti, como todos nuestros padres; …

Avanzando en la Biblia llegamos a 1 Pedro donde nos dice que somos extranjeros y peregrinos, lo encontramos en 1 Pedro 2:11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

Oramos para ser guiados por la palabra de Dios, 

Para finalizar vamos a 1 Corintios 13:13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

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