La respuesta a estas preguntas las encontramos en:
En 1 Timoteo 6:11 dice
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
El versículo inicia identificando que Timoteo era un escogido y llamado por Dios, como somos cada uno de nosotros.
Seguido dice “Huye de estas cosas”
Surge una pregunta
¿de qué debemos huir?
La respuesta la encontramos en los dos versículos anteriores del mismo capítulo, es decir en:
1 Timoteo 6:9-10
porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Se debe huir de: La codicia y el amor al dinero.
Regresando a 1 Timoteo 6:11 identifica que debemos seguir: la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre
Veamos: la Justicia y la Piedad
La justicia nos llama a tratar a los demás con respeto, sin juzgar, ni condenar, mientras que la piedad nos lleva a cultivar una profunda relación personal con Dios.
Continuemos con: la Fe y el Amor
Fortalecidos en La fe nos permite confiar en la Palabra de Dios en medio de las adversidades, y el amor nos impulsa a actuar con compasión y bondad hacia los demás.
Y finalizamos con: la Paciencia y la Mansedumbre
La paciencia nos capacita para esperar en los momentos difíciles sin desesperarnos, mientras que la mansedumbre modera nuestro carácter, por ejemplo: la ira y sus efectos desordenados. Evita caer en el resentimiento por el comportamiento de otro.
Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor