1 Pedro 4:1
Puesto que Cristo ha padecido por
nosotros en la carne, vosotros también armaos
del mismo pensamiento; pues quien ha padecido
en la carne, terminó con el pecado,
1 Pedro 2:24
Quien llevó él mismo nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia;
y por cuya herida fuisteis sanados.
Romanos 6:6
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que
el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de
que no sirvamos más al pecado.
1 Pedro 4:2
Para no vivir el tiempo que resta en la carne,
conforme a las concupiscencias de los hombres,
sino conforme a la voluntad de Dios.
1 Pedro 4:3-4
Baste ya el tiempo pasado para haber hecho
lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías,
disipación y abominables idolatrías.
A éstos les parece cosa extraña que vosotros
no corráis con ellos en el mismo desenfreno
de disolución, y os ultrajan;
Romanos 6:11-13
Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis
en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis
vuestros miembros al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino presentaos
vosotros mismos a Dios como vivos de
entre los muertos, y vuestros miembros
a Dios como instrumentos de justicia.
1 Pedro 1:14-16
Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Romanos 6:14
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros;
pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.