Primero vamos al contexto de los corintios.
Estos vivían en una ciudad próspera y cosmopolita, conocida por su comercio y su cultura diversificada.
Sin embargo, también era una ciudad marcada por la corrupción moral y la división social.
Las personas que se congregaban en Corinto, no era ajena a estos problemas, Pablo escribió esta carta para abordar las divisiones y disputas que surgían entre los creyentes.
En los primeros capítulos, Pablo enfatiza la importancia de la unidad en Cristo y denuncia las divisiones basadas en la sabiduría humana y las preferencias personales.
Por ejemplo, en
1 corintios 1:26-29 dice
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación; que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios;
y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Pablo comienza recordando a los corintios que no muchos de ellos eran considerados sabios, poderosos o nobles según los estándares del mundo.
Dios para llamar, no se basa en los criterios humanos de éxito, prestigio o habilidades innatas.
Dios mira más allá de las apariencias externas y se enfoca en el corazón.
En estos versículos nos revela que llama a los humildes y los menospreciados.
Dios nos muestra que su gracia y amor es independiente de su posición social o capacidades intelectuales.
El mundo valora la sabiduría y la fuerza, pero Dios llama, al que el mundo considera necio y débil.
Dios nos revela que nuestras limitaciones humanas no son un obstáculo para Él.
Al contrario, Dios usa nuestras debilidades para mostrar su poder y su gloria.
Pensemos en personajes bíblicos como Moisés, quien se consideraba torpe de palabra, o David, un joven pastor que derrotó a Goliat.
Sus historias nos muestran que el Poder de Dios nada lo limita.
Dios mediante mañana continuamos con este tema.
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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en
1 de Corintios 13:13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor. Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor