En el mundo natural todo cambia, todo pasa,
todo envejece, pero Dios no cambia, ni pasa.
Saber que Dios no cambia y es el mismo
siempre nos genera seguridad,
confianza, tranquilidad.
Vamos a Malaquías 3:6
6 Porque yo Jehová no cambio;
Y en Salmos 102:25-27 encontramos:
Desde la antigüedad tú fundaste la tierra,
y los cielos son la obra de tus manos.
Ellos perecerán, pero tú permaneces;
y todos ellos como una vestidura se desgastarán, como vestido los mudarás, y serán cambiados.
Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.
La creación que vemos pasa, pero Dios permanece.
Santiago 1:17
Toda buena dádiva y todo don perfecto
viene de lo alto, desciende del
Padre de las luces, con el cual no hay
cambio ni sombra de variación.
En el estamos seguros por esto dice que
nada nos puede separar del Amor de Dios
porque su Fidelidad es para siempre,
no cambia es inmutable.
Para finalizar vamos a la siguiente
promesa de Dios para tu vida en
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros.