Salmos 3:5
Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
El rey David en este versículo habla en
el momento que dormimos.
Mientras dormimos, nuestro cuerpo se comporta de manera diferente a cuando estamos despiertos: tenemos una postura reclinada, los ojos cerrados,
hay una disminución de los movimientos y una respuesta menor a estímulos extremos.
Con la fase uno y dos, inicia el ciclo del sueño;
en esta perdemos la conciencia y el control del cuerpo. Los músculos comienzan a relajarse y la frecuencia respiratoria y cardiaca son más lentas;
En las fases tres y cuatro, el cuerpo entra en un sueño profundo. los músculos están muy relajados.
La quinta fase los músculos se encuentran tan relajados que no pueden moverse;
el cuerpo está paralizado.
El rey David dice que mientras él estaba durmiendo Dios lo sustentaba, en esta caso significa su protección y cuidado no solamente externa sino interna porque en el salmo 4:8 dice
que dormía en paz.
Vivimos por fe, Dios sustenta nuestra
vida en todo momento.
Sustentar se refiere a la acción de proporcionar y ofrecer, tanto alimento como todos aquellos recursos que son necesarios para el desarrollo de la vida.
Oramos para ver claramente que Dios nos sustenta, esto nos genera seguridad porque para Dios no hay nada imposible, ni difícil y nunca nos va
a dejar ni nos va a abandonar.
Siempre nos sustenta.
Para finalizar vamos a 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que
él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones
que le hayamos hecho