Cuenta que un padre se puso furioso cuando
su hija de tres años gastó todo un rollo de papel
para envolver el regalo que le iba a dar.
Estaban muy escasos de dinero y se despilfarro
le pareció toda una desconsideración.
A pesar del regaño, al día siguiente la niña le
entregó con sus manos la caja a su papá.
—Esto es para ti, papi.
El padre se sintió avergonzado de su enojo anterior, pero le volvió la ira cuando vio que la caja estaba vacía.
—Se supone que si uno va a regalar algo,
no entrega una caja vacía, además hoy no
estamos celebrando nada
—le dijo a gritos el papá—.
¡Gastaste todo el papel para nada,
para entregar una caja vacía!
—Pero no está vacía, papi —le dijo la niña sollozando—.
Durante todo el día de ayer la estuve llenando
con mucho amor.
¿El afecto y sus manifestaciones no son acaso un regalo inapreciable? ¿Cómo se mide el amor?
La palabra dice en Hebreos 13:1
Permanezca el amor fraternal.
El amor fraternal implica una serie de valores y sentimientos muy profundos, que van desde la nobleza y la generosidad, hasta la lealtad y el respeto. Es un amor universal.
El amor fraternal se manifiesta por medio
del trato con respeto.
El versículo dice “permanezca”, es decir,
que debemos practicarlo cada día,
no solo en ocasiones especiales como
cumpleaños, aniversario o fin de año.
Cada día disfrutamos del reino, así que hoy vamos
a tratar con amor, respeto, paciencia a las personas.
Es decir, que insultos, gritos u ofensas
no deben hacer parte en nuestra comunicación
con los demás.
Pedimos a Dios permanecer cada día
en el amor fraternal
Para finalizar vamos a la siguiente promesa
de Dios para tu vida en Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros