EL AMOR QUE ABUNDA EN CIENCIA Y CONOCIMIENTO

Familia de la fe vamos a leer:
Filipenses 1:9-10
Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor

Bendecidos este versículo inicia diciendo que Pablo ora por los filipenses, para que el amor abunde aún más y más, pero no se refiere al amor natural, sino al amor de Dios que está en:

 1 corintios 13:4-8

 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.

 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser…

El versículo dice que Este amor abunde en ciencia y en todo conocimiento, esto se refiere cuando este amor es revelado en nuestro entendimiento y se ve reflejado al tomar las decisiones, por ejemplo:

el maltrato que se puede recibir de los demás, este amor hace en nosotros y se guarda rencor, ni odio, ni resentimiento.

Este amor nos guarda de caer en la envidia, de esta manera tomamos decisiones guiadas por el amor de Dios que nos permiten vivir libres.

Este es un amor que alumbra nuestro entendimiento y nos lleve a vivir de manera sobrenatural, por ejemplo, de antemano, este amor nos impulsa a perdonar.

Pablo ora para que el amor de Dios abunde y esta petición debe estar en nuestras oraciones, para tener un crecimiento constante, hasta llegar a la meta del varón perfecto, a la estatura de Cristo.

Este amor no depende si las circunstancias son favorables. Este amor depende es, gracias a la presencia de Dios que está en cada uno de nosotros

 Un amor que no se limita a lo agradable, sino Un amor que es paciente, amable, que no es egoísta, sino que busca siempre el bien del otro.

Debemos orar unos por otros, por la misma petición que hacia Pablo en este versículo, para que el amor de Dios abunde en nuestra alma.

Cuando el amor de Dios abunda en nuestra alma, aprendemos a ver el mundo, a las personas, y a nosotros mismos a través de este amor.

Para finalizar vamos a

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *