En lo natural, primero debemos sembrar la semilla,
ella germina, empieza a crecer hasta dar el fruto,
siendo el fruto el resultado de todo un proceso.
Pero si hablamos de lo Espiritual
¿Qué es el fruto del Espíritu?
La respuesta la encontramos en
Gálatas 5:22-23
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza;
El fruto del espíritu no lo podemos generar nosotros,
ya que no se basa en nuestra capacidad,
nivel cultural o economía. Solo es generado
por la presencia de Dios, la cual es sobrenatural.
Filipenses 4:7
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.
El versículo dice “la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento”, esta no se puede explicar,
ni comprender, solo se experimenta.
Otro ejemplo es el fruto del amor, en el capítulo 1 Corintios 13 nos dice como es este amor y
al leerlo notamos que en nuestra
capacidad es imposible manifestarlo.
La semilla se siembra, es decir, la palabra de Dios,
y esta germina, crece y da el fruto.
El fruto del Espíritu es el resultado de
nuestra relación personal con Dios.
Nuestro comportamiento es transformado por
el poder de Dios, apareciendo por ejemplo el fruto
de la paciencia siendo de bendición para nuestra vida.
Oramos para cada día apartar tiempo para nuestra relación con Dios, ya que solo así disfrutaremos
de lo sobrenatural, el fruto del Espíritu.
Para finalizar recordemos lo que dice en:
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.