EL MILAGRO SUCEDE POR EL PODER DE DIOS

En Juan 5: 1 – 15, encontramos el milagro de Jesús al sanar a un hombre que había estado paralítico por treinta y ocho años.

El estanque de Betesda, cuyo nombre significa “casa de misericordia”, era un lugar de esperanza para muchos enfermos y discapacitados que esperaban ser sanados.

 La tradición decía que un ángel descendía y agitaba las aguas, y el primero en entrar después de este movimiento sería sanado de cualquier enfermedad que tuviera.

En este ambiente de desesperación y esperanza se encontraba el paralítico.

Este hombre llevaba treinta y ocho años en su condición.

 Imaginemos su desesperación, su falta de esperanza después de tantos años de sufrimiento.

Él había intentado llegar al agua, pero siempre había alguien más rápido que él.

Estaba atrapado en una situación que parecía no tener salida.

 A menudo, nosotros también nos encontramos atrapados en situaciones difíciles, sintiendo que no hay esperanza y que toda va a continuar igual o peor

Regresemos a la historia, Un día, Jesús pasó por Betesda y vio al paralítico.

Jesús, conociendo su larga aflicción,

en Juan 5:6 le hace una pregunta al paralitico:

¿Quieres ser sano?

 Esta pregunta puede parecer obvia, pero la respuesta del paralítico fue un lamento sobre su incapacidad de llegar al agua, mostrando su desesperanza.

Jesús en Juan 5:8 no le respondió con simpatía o palabras de consuelo, sino con poder y le dijo:

“Levántate, toma tu camilla y anda”

El hombre obedeció por fe y sucedió el milagro.

Esta historia nos enseña:

 Primero, Jesucristo ve nuestras necesidades y conoce nuestro sufrimiento.

Segundo, la pregunta de Jesús,

 “¿Quieres ser sano?”

 A veces, nos aferramos a nuestras dificultades porque nos hemos acostumbrado a ellas. Jesucristo nos llama a dejar atrás el pasado y a vivir por fe, en Su poder que nos trasforma.

Por favor, Cada uno responda estas preguntas  

¿Qué áreas de nuestra vida necesitan ser sanadas?

¿Qué situaciones requieren que nos levantemos y caminemos en fe?

No hay nada imposible, Dios no ha cambiado, ni su poder ha disminuido, por tanto, oramos por esas situaciones o circunstancias que llevan años, que no nos permiten avanzar y pedimos el milagro de restauración por su poder

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Para finalizar debemos tener en cuenta lo que dice en

1 de Corintios 13:13

Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor.  Estos tres, pero el mayor de ellos es el Amor

 

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