EL PODER DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS

Vamos a

Efesios 1:19-21

Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y poniéndole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, y poder, y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero.

Hoy es el tercer día del nuevo año y es un momento ideal para reflexionar sobre el inmenso poder de Dios, el mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre los muertos y que está disponible para todos nosotros.

A lo largo de la Escritura, vemos cómo Dios demuestra Su poder en las vidas de sus escogidos, y este poder no solo es algo que ocurrió en el pasado, sino que continua vigente y disponible en nuestras vidas hoy.

Este versículo nos revela sobre el poder de Dios, el cual nos permite vivir una vida victoria

 El apóstol Pablo ora pidiendo que comprendan

 “cuál es la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos.”

Este poder es incomparable, mucho más allá de lo que podemos imaginar.

El poder de Dios, es el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos.

Oramos para ver claramente que el poder de Dios es más grande que cualquier obstáculo o problema que enfrentemos

No importa cuán grande sea la montaña que tengamos al frente, en este inicio de año, el poder de Dios es mucho mayor, el milagro va a suceder.

El poder de Dios da vida.

Es decir que No hay situación tan difícil o pensemos que es una causa perdida, que no pueda ser restaurada por el poder de Dios.

Al enfrentar desafíos o momentos de duda, debemos tener presente que el mismo poder que resucitó a Jesús, está a nuestra disposición.

No hay nada imposible para Dios, oramos para ver cada día ,los milagros en las diferentes Áreas de la vida.

Gracias a su poder vamos a disfrutar dela promesa de

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

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