¿EL PROVERBIOS 18:14 ES VIGENTE EN NUESTRA GENERACION?

Primero vamos leer el versículo, dice:

El ánimo del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

Todos enfrentamos momentos difíciles: algunos de estos son físicos, como las enfermedades, y otros son emocionales, como el alma angustiada, es decir, lo que expresa este versículo es vigente en nuestra generación.

Este versículo hace referencia de la fuerza interna que Dios ha puesto en el ser humano, pero también nos habla de lo frágil que es el alma.

Cuando una persona enfrenta una dolencia, a menudo experimenta dolor, cansancio y sufrimiento. Sin embargo, el versículo nos dice que el ánimo juega un papel crucial en cómo enfrentamos la enfermedad.

El ser humano tiene una capacidad sorprendente para sobreponerse a las pruebas.

 El ánimo fuerte puede hacer que una persona tolere el sufrimiento físico, incluso cuando el cuerpo está debilitado

 la fe es vital para el ánimo.

 La fe y la esperanza son necesarias para seguir adelante, incluso en medio de la enfermedad

 En la Biblia, vemos ejemplos de personas que, a pesar de su sufrimiento físico, mantuvieron su fe  en Dios. por ejemplo, Job, en medio de una enfermedad y la pérdida de todo, Su ánimo, basado en su fe en Dios, lo ayudó a soportar la aflicción.

La segunda parte del versículo se refiere a un sufrimiento diferente: el ánimo angustiado

Si bien una persona puede resistir una enfermedad física, el estado del ánimo angustiado es mucho más difícil de soportar.

 La angustia, Es un dolor del alma que a menudo no es visible para los demás.

Mientras que la enfermedad física puede ser tratada con medicina y cuidados, el sufrimiento emocional requiere otro tipo de sanación

 La angustia no siempre tiene una solución inmediata. A veces, las circunstancias son tan complejas, que no parece haber forma de encontrar alivio.

 la pregunta del proverbio no pierde vigencia: ¿Quién puede soportar un ánimo angustiado?

Pero, nosotros no estamos desamparados Y la presencia de Dios está en cada uno de nosotros.

La palabra nos ofrece consuelo y esperanza, vamos a:

 2 Corintios 1:3-4 El Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones.

No estamos solos en nuestro sufrimiento emocional. Dios está en nosotros, como un rio de agua viva para sanar nuestras heridas y enfermedades del alma.

También En Filipenses 4:6-7 dice que debemos presentar nuestras preocupaciones a Dios en oración, para disfrutar de la promesa maravillosa de su paz, la cual guardará nuestros corazones y pensamientos.

Esta paz no depende de las circunstancias externas, sino que emana de la presencia de Dios en nuestras vidas.

La fuente de nuestra esperanza está en Jesucristo y su presencia esta por fe en cada uno de nosotros, por esto dice en

 

Mateo 11:28-30: Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, y yo les haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas.

Jesucristo calma cualquier tormenta emocional, para él es fácil y no hay nada imposible.

Si bien el cuerpo puede soportar la enfermedad con la ayuda de un ánimo fuerte, el alma angustiada necesita un consuelo profundo, que Dios lo brinda constantemente.

No estamos llamados a soportar solos el ánimo angustiado, sino que debemos acudir a confiadamente a Dios, quien es nuestra fuente de consuelo y esperanza en medio de las diferentes circunstancias.

Dios nos da su paz, gozo, paciencia y de esta forma disfrutamos de vida y vida en abundancia en nuestra alma.

Para finalizar recordemos que debemos hacer lo que dice en:

Mateo 6:6

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

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